Acerca de mí

Mi vocación por la cocina viene de familia, avalada por la cocina de mi abuela, la cual madre de 5 hijos y en tiempos difíciles, no le faltaban ganas de meterse en la cocina y preparar maravillosos platos.

Mi madre hereda su buen hacer en la cocina, pero como ella dice en muchas ocasiones siempre ha cocinado por necesidad y no porque le gustara. Madre de cuatro hijos, entre los que me incluyo, y maestra de profesión, compaginaba perfectamente su labor profesional con la de madre, en una época en la que tanto mi abuelo como mi padre no querían que trabajara. Así se las ingeniaba para preparar la comida en media hora, por supuesto para seis, porque en aquella época los cuatro íbamos a casa a comer; no se estilaba tanto como hoy comer en el colegio.

Ningún día nos faltaban nuestros dos platos, primero y segundo, y postre, en una carrera contra reloj para que todos llegáramos a tiempo a las clases de la tarde.

Es de ahí de donde viene mi curiosidad por la comida, cuando algunas mañanas sin clases o días de verano en los que nosotros estábamos de vacaciones y mi madre trabajaba, me dejaba encargado que le preparara un puchero o le cociera algo de pasta, aunque cuando llegaba a veces se llevaba las manos a la cabeza cuando veia el caldo tan aguado o la pasta blanda porque se me había olvidado en el fuego.

El hecho también de casarme joven y en seguida tener a mi primera hija, hacen que pronto tenga que empezar a cocinar para mi familia, siguiendo claro está, las recetas de mi madre. Poco a poco voy introduciendo la comida de mi suegra, de la cual también destaco su buena cocina. Hoy por hoy, elaboro mi propia cocina, sin dejar atrás el fabuloso gazpacho y la deliciosa tortilla de patatas de mi abuela.

Después de haber tenido dos hijas más, las cuales hoy tienen 12, 7 y 6 años, me inmerso en esta aventura de la cocina.

Hace un par de años y coincidiendo con el año en que mi hija mayor hací la 1ª Comunión, le diagnostican celiaquía, algo muy común pero a nosotros en aquel momento nos sonó a chino. A los cuatro meses hacía la Comunión y ningún catering de los que consulté me garantizaba que ninguna comida estuviera libre de gluten. Es así como decido empezar con esto, apoyada además porque después de 2 años ponene a dieta también a mi hija pequeña.